Habia una vez un conejo muy enojon que vivía en las calles de Londres. Le gustaba robar zanahorias a los dueños de un hostal donde ocurrían cosas muy extrañas. Niños estaban desapareciendo...
conejo desaparecía a los niños que trataban de tomar las preciadas zanahorias, el conejo tenia unos ojos de color rojo como la sangre y esa mirada de locura dejaba atónito a cualquiera.
El conejo disfrutaba la sensación de poder al dañar a los niños, se sentía como el ser mas fuerte y cuando se aburría le lanzaba piedras a los patos del parque cerca del hostal.
Pero el día donde todos descubrieron las maldades del conejo fueron a reportarlo a las autoridades, las cuales emitieron una orden de búsqueda por el conejo.
El conejo al enterarse decidió dejar todo y huir del lugar, no podía permitirse ser capturado, se fue de la ciudad para vivir con su abuela ya que era la única en la que podía confiar.
La casa de la abuela estaba muy lejos de la ciudad ahí se podían encontrar todo tipo de animales.
El decidió emprender un viaje donde se conocería a si mismo y para planear su venganza.
Para poder realizar su venganza el conejo Bell decidió entrenar para volverse el mas fuerte y así derrotar a los 4 héroes de Londres: Dylan el héroe del arco, Bob héroe de la lanza, Saul héroe de la magia y Manu héroe del escudo.
Su viaje lo llevo al infierno...
Le pidió al mismísimo rey del infierno: Satan, que le entregara los poderes necesarios para su venganza, Satan acepto pero con la condición de que moriría después de obtenerla.
Bell acepto.
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